En el camión encontramos elementos de grandes dimensiones, muy pesados y con un coste muy alto: son piezas como las plataformas de carga, las grúas, los hidráulicos o los chasis y subchasis. Los invitamos a nuestro análisis a continuación.
Marzo 3 de 2021
Plataforma de carga
Hay una amplia oferta de sistemas y modelos orientados a las distintas necesidades; entre todas ellas, se hallan las plataformas de interior. Diseñadas para instalar en el interior del vehículo, a ras del piso de carga, están equipadas con dos cilindros. También, las plataformas de cassette, instaladas debajo del chasis y alojadas en un cajón o cassette. Y las de trampilla elevadora, que sirven de cierre o compuerta por la parte trasera de la caja de carga y están unidas al chasis por dos brazos.
Dependiendo de su dedicación y del tipo de plataforma, sus elementos pueden verse afectados y sufrir daños por fatiga, inclemencias meteorológicas, condiciones adversas del terreno, mala utilización con excesos de carga y, naturalmente, por golpes y colisiones. Los daños sobre estos elementos ocasionan, por ejemplo, que la plataforma baje, pero no pueda subir, o viceversa. Aparte de los deterioros por colisión, en los que será necesaria la reparación o sustitución de su plancha de piso y de su estructura, si la tuviera, los daños más comunes son los de sus cilindros, los de la bomba hidráulica o el de su sistema eléctrico, cables aplastados o cortados, mando de accionamiento o el solenoide o bobina. Su reparación pasa por la comprobación del voltaje y la sustitución de alguno de estos elementos. De ser un problema hidráulico, vendrá dado por la bomba, mangueras o cilindros.
Cilindro hidráulico
Los cilindros hidráulicos desplazan, por medio de un fluido, un vástago, que pondrá en movimiento una superficie o elemento (plataforma, volquete, pluma…). Los cilindros en camiones son de simple o doble efecto. En los de simple efecto, un cilindro, que puede ser de empuje o de tracción, recoge el vástago por medio de la gravedad, la carga o un muelle.
En los de doble efecto, este cilindro presenta un orificio de entrada de fluido y otro de salida, que pueden trabajar indistintamente; este tipo de cilindro suele montar válvulas distribuidoras, reguladoras y de presión, permitiendo dosificar la velocidad de desplazamiento del vástago.
Los daños más comunes en estos elementos suelen ser la torsión del vástago y la pérdida de fluido. En el primer caso es habitual su sustitución; para la pérdida de fluido existen kits de reparación específicos para cada cilindro. El kit contendrá todas aquellas piezas susceptibles de desgaste (anillos, juntas tóricas, retenes, sellos…).
Para realizar el remplazo, el cilindro deberá estar en su posición de reposo (así no contendrá fluido de trabajo). Una vez vaciado, se extenderá el vástago y se procederá al desbloqueo de su sistema de retención (anillos de seguridad o tuerca). Será necesaria una herramienta de extracción que permita la retirada de la tapa de retención del cilindro. Una vez extraído el conjunto, se quitan todas las partes conectadas a la varilla del pistón, sustituyendo aquellos elementos que presenten pérdida de espesor, rayado, estrías, pérdida de material…
Comprimiendo nuevamente el vástago y el pistón (puede ser necesaria la utilización de una herramienta de compresión), se aprieta su tuerca al par que precise.
Zonas de carga. Cajas, chasis y subchasis
Al ser el camión una herramienta de trabajo, presente en todos los entornos laborales, su zona de carga puede estar carrozada con muy diferentes materiales (acero, aluminio, sándwiches de poliuretano) y muy distintas configuraciones (cerradas, abiertas, cubiertas), con objeto de trabajar en zonas diversas (urbano, minería, carretera, pista forestal). Pero en todas ellas va a ser la zona de carga la afectada. La causa principal será la carga, por su mala colocación y desplazamiento durante la marcha del vehículo, o porque se rebase el límite técnico máximo admisible; o también por golpes ocasionados por los vehículos cargadores. Puede derivar en deformaciones y daños, tanto de la zona de carga como de la estructura del vehículo, y ocasionar fisuras y deformaciones permanentes en el chasis y en el subchasis.
En cuanto a la zona de carga carrozada para el transporte, podemos encontrar elementos tan distintos entre sí como una cisterna de acero inoxidable, una caja abierta de aluminio o un vehículo frigorífico paneleado por sándwich. Evidentemente, cada uno de estos materiales presenta unas características mecánicas, que implican que su reparación demande procesos de reparación y herramientas diferentes.
En el caso de los paneles de sándwich será necesario el conocimiento y manejo de resinas, selladores y adhesivos, con gran importancia para la temperatura de la zona de trabajo. Para los carrozados de aluminio serán muy importantes las condiciones del aire y la separación de la zona de trabajo con respecto a la de acero; en este espacio se requerirán máquinas de soldadura MIG y TIG, así como herramientas exclusivas para aluminio.
Muy similar es el caso de la reparación de carrozados de acero, que requerirán máquinas de soldadura por puntos de resistencia y MIG/MAG.
Evidentemente, en la reparación de estas partes también se contempla la sustitución de elementos, que pueden ser suministrados por el taller carrocero, en origen, o realizados por el taller reparador (plegadoras, cortadoras, curvadora, prensas…). En la reparación de chasis y subchasis, el taller ha de contar con equipos de medición y bancada, con hidráulicos, prensas y torres para la realización de tiros y contratiros. Será de vital importancia seguir, rigurosamente, las pautas y normas del fabricante.
Deflectores
Son elementos de grandes dimensiones (y muy altos precios), fundamentales en el techo y en los laterales traseros de la cabina. Su función aerodinámica puede llegar a suponer un 8% en el ahorro del consumo del vehículo; también se distribuyen por el lateral del chasis. Estas piezas sufren daños por impactos. Roturas, grietas y pérdida de material son los más comunes. Como todo material compuesto, reúnen condiciones muy buenas para su reparación. Casi en su totalidad están construidos en resina de poliéster con algún tipo de cargas; por lo general, suelen tener un aporte de fibra de vidrio y cargas de talco. Cuando estas cargas tengan una presencia superior al 20% complicarán la reparación, ya que impedirán una compactación plena del material aportado.
El mejor método para mantener un camión en perfecto estado este el mantenimiento de prevención adecuado para no sufrir problemas mayores que pueden incrementarse si le sigues usando en malas condiciones.