¿Por qué el cambio de aceite de motor es tan importante para tu camión?

El rendimiento del motor de tu camión depende de muchos elementos y uno de los aspectos más importantes es el aceite para motor. Desde utilizar el de mejor calidad hasta saber cuál es el momento perfecto para reemplazarlo, cada detalle acerca del aceite es de gran valor para mantener el rendimiento de tu camión al máximo.

Para ello y más, en el siguiente artículo de International Camiones, te mencionaremos los puntos que debes considerar al comprar un aceite de calidad, así como algunos signos que te indicarán cuando es el mejor momento para realizar un mantenimiento y así proceder a reemplazarlo.
La función del aceite es lubricar y enfriar todas las partes internas del motor de tu camión. Si lo reemplazas con mayor regularidad, el motor tendrá un mayor tiempo de vida y eficacia.

¿Por qué el aceite para motor es importante?

El aceite del motor podría considerarse el alma de tu camión. Realiza muchas funciones importantes como por ejemplo:

  • Actuar como un lubricante para las partes del motor.
  • Ayudar a proteger el sistema de emisión.
  • Proporcionar una economía de combustible mejorada.

Si alguna vez te has tomado el tiempo de examinar la variedad de aceites disponibles en las tiendas de suministros para vehículos, puede que te hayas dado cuenta de la gran variedad y tipos. Esto puede ser un poco abrumador para ti y, si eliges el fluido incorrecto, podría ser fatal para tu camión: puedes dañar el motor de tu camión con el tiempo. Si eres el tipo de conductor que realiza el cambio de aceite por sí mismo, siempre revisa el manual del propietario antes de continuar y asegúrate de haber comprado el aceite correcto para el tipo de camión que posees.

 ¿Qué aceite es el mejor para mi camión?

Como te lo mencionamos anteriormente, escoger el mejor aceite para motor puede parecer difícil, pero la mejor manera de empezar es leyendo el manual de usuario. Allí encontrarás el tipo y el peso que te recomienda el fabricante.

Entiende las etiquetas

En cada marca de aceite para motor encontrarás etiquetas distintas. Para ver si es de buena calidad tienes que ver si cumple con algunas normas importantes.

Las siglas API, ubicadas usualmente a la derecha de la etiqueta, te indican si el aceite cumple con la clasificación actual de servicio. También podrás encontrar el número de viscosidad SAE (Sociedad de Ingenieros Automotrices, o la Society of Automotive Engineers en inglés) y podrás saber asimismo si el aceite ha superado la prueba de ahorro de energía.

Viscosidad

La viscosidad es la resistencia del fluido al movimiento y se ve afectada por la temperatura del vehículo. Mientras más temperatura haya, la viscosidad será menor; a menor temperatura, mayor viscosidad.

Los aceites multigrados son aquellos que cumplen con dos grados diferentes de la SAE y pueden utilizarse a distintas temperaturas. La letra W (de winter) que precede al primer número indica la viscosidad a bajas temperaturas, mientras que el segundo número, representa los grados en altas temperaturas. Un aceite para motor con un grado W bajo, tendrá más fluidez en el frío garantizando la protección de todas las piezas a tiempo. Por otra parte, si el segundo número es más alto, mayor será la viscosidad en verano. Por ejemplo; uno de 15W-40 tendrá menos viscosidad en frío y calor que otro de 20W-50.

En caso la viscosidad del aceite para motor no sea la correcta, las piezas rozarán más entre sí, se desgastarán con mucha mayor rapidez y habrá un incremento en el consumo del combustible.

En las tiendas de autopartes, verás aceites para todo tipo de propósitos específicos: motores de alta tecnología, autos nuevos, vehículos con un mayor kilometraje, camiones de servicio pesado, etc. Además, verás una amplia selección de viscosidades. Como ya te lo habíamos aconsejado, para saber qué tipo de viscosidad debe tener el aceite para el motor de tu camión, te recomendamos leer el manual de usuario de tu vehículo.

¿Cuándo reemplazar el aceite de mi motor?

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El principal problema al que se enfrentan la mayoría de los propietarios de camiones cuando se trata de cambiar el aceite es el hecho de que les resulta difícil identificar cuándo cambiarlo. A continuación, te mencionaremos algunos de los signos importantes que te indicarán cuándo es necesario reemplazar el aceite para motor:

  • El aceite se ve sucio: Los aceites siempre tienen una apariencia ligera de color miel oscuro. A medida que se utiliza el aceite, este se degrada y empieza a oscurecerse con el tiempo y uso hasta el punto de volverse de color negro puro. Cuando descubras que el color se ha vuelto negro, es una indicación segura de que debes cambiarlo.
  • Luz de advertencia: La mayoría de los vehículos tienen flechas de advertencia que se encienden inmediatamente cuando el nivel del aceite del motor es bajo o está demasiado sucio. Cada vez que se encienda esta luz, es una señal segura de que necesitas cambiar el aceite.
  • Bajo nivel de aceite: Cuando el nivel del aceite disminuye considerablemente es una señal de que ha permanecido en uso durante mucho tiempo y debe cambiarse lo antes posible.
  • Kilometraje: Muchos manuales de usuario mencionan la cantidad sugerida de kilómetros que tu vehículo puede recorrer hasta que llegue el momento de cambiar al aceite. Si ya cumpliste con la distancia indicada, es un buen momento para reemplazar el aceite para el motor de tu camión.

TIPOS Y USOS DE LAS PLATAFORMAS DE ELEVACIÓN

Las plataformas de elevación también conocidas como plataforma elevadora móvil de personal (PEMP) es una máquina móvil destinada a desplazar personas hasta una posición de trabajo en altura, está constituida por una plataforma de trabajo, órganos de servicio, una estructura extensible y un chasis. 

Existen diferentes tipos de plataformas elevadoras que se utilizan para realizar trabajos en altura, las más comunes son las siguientes:

Según su sistema de elevación: 

  1. Plataformas de elevación unipersonales: Estas plataformas son maniobradas por una sola persona, son adaptables a cualquier forma de trabajo en interiores, con una altura máxima de 15 metros y son alimentadas de electricidad.
  2. Plataformas de elevación tipo tijeras: Este tipo de plataformas solo suben verticalmente y su principal característica son sus brazos en forma de tijera que se entrelazan entre sí, su sistema de elevación consiste en un conjunto mecánico, accionados estos por unos cilindros hidráulicos.
  3. Plataformas elevadoras articuladas: Este tipo de plataformas como su nombre indica, la componen dos brazos articulados formando una Z en el cuerpo. Algunos modelos cuentan en su brazo articulado un Jib que contribuye a la maniobrabilidad en altura para esquivar obstáculos.
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  1. Plataformas de elevación telescópicas: Estas plataformas tienen un sistema de elevación efectuado a través de una serie de brazos qué emergen de un brazo primario en forma de telescopio, accionados hidráulicamente. Son perfectas para áreas con acceso limitado en la construcción y en aplicaciones industriales. 

Según su forma de avance:

  1. Plataformas autopropulsadas: tipo de plataformas de elevación podemos realizar desplazamientos con los brazos elevados o retraídos inclusive desde la propia canastilla. En esta categoría se encuentran las plataformas anteriormente mencionadas como; plataformas de elevación unipersonales, plataformas de tipo tijeras, plataformas elevadoras articuladas y plataformas de elevación telescópicas.
  1. Plataformas de elevación sobre camión: Se trata de una plataforma elevadora de tipo articulado o telescópico que forma parte de un camión. Dentro de sus principales usos se encuentran la instalación de iluminación vial, anuncios o letreros viales, instalación eléctrica, esto debido a los largos recorridos que se requieren hacer para trabajar en cada estación en altura. 
  1. Plataformas remolcables: En este caso la plataforma no forma parte del camión, sino que es remolcada por este. Este tipo de equipos elevadores son mucho más lentas que las plataformas sobre camión pues dependen de que una vez que el equipo esté colocado cerca del lugar de trabajo, la plataforma debe desplegar sus estabilizadores y posteriormente elevarse, comúnmente son utilizadas en exterior para instalar cámaras, electricidad y letreros o anuncios viales.
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Según su tipo de funcionamiento:

Existen dos tipos eléctricas y combustión; estas plataformas fueron creadas para realizar trabajos en altura de una manera segura y elevando la productividad de los trabajadores, las numerosas actividades permitiendo realizar trabajos como: mantenimiento, reparación, construcción, restauración de edificios u obras de arte, montaje de estructuras, limpiezas especiales, en interior o exterior. 

PROTECCIONES EN MÁQUINAS Y EQUIPOS CONTRA RIESGOS DE ORIGEN MECÁNICO

El riesgo mecánico incluye aquellos riesgos presentes durante el proceso de trabajo, fallas, cercanía a equipos y el mantenimiento de las máquinas.
Los mismos pueden ser por contacto, atrapamiento, golpes, cortes y/o materiales proyectados desde la máquina. Para eliminar o reducir estos riesgos existen sistemas de protección que pueden clasificarse en dos grandes grupos:

Resguardos (barrera material):
Es un medio de protección que impide o dificulta el acceso de las personas o de sus miembros, al punto o zona de peligro. Se pueden diferenciar en:
• Resguardo fijo.
• Resguardo regulable.
• Resguardo distanciador.
• Resguardo de enclavamiento.
• Apartacuerpos y apartamano.
• Resguardo de ajuste automático.


Dispositivos de seguridad:
Medio de protección distinto del resguardo, que minimiza el riesgo antes que pueda ser alcanzado en el punto o zona de peligro. Entre ellos se encuentran:
• Dispositivo detector de presencia.
• Dispositivo de movimiento residual o de inercia.
• Dispositivo de retención mecánica.
• Dispositivo de mando a dos manos.


La norma IRAM 3578 describe el estándar de protecciones de seguridad en maquinarias, para ello diferencia los distintos tipos de resguardos y los dispositivos de seguridad.
Buenas prácticas en el trabajo

Lugar de trabajo:
• Mantenga el orden y la limpieza.
• Asegurarse de la correcta señalización de las áreas de trabajo, las partes móviles de máquinas, herramientas, riesgos, desniveles, carga máxima admisible, etc.
• Coloque cartelería de uso obligatorio de EPP.
• Tenga en cuenta que la iluminación debe ser la adecuada a la tarea a realizar, de modo que permita observar o reproducir los colores en la medida que sea necesaria.
• Una ventilación adecuada contribuirá a mantener condiciones ambientales que no perjudique la salud
de lo trabajadores.

Antes de comenzar a trabajar:
• Controlar el buen estado de los cables, enchufes y tomacorrientes.
• Verificar que las protecciones de las máquinas y de las herramientas se encuentren instaladas y correctamente
ajustadas.
• Controlar que las máquinas, equipos y herramientas cuenten con comandos de parada de emergencia (tipo hongo/barra/cable), que funcionen correctamente y que se encuentren al alcance del trabajador
• En las herramientas los mangos y extremos deben estar sujetos firmemente.
• Mantener la superficie de trabajo en orden y libre de obstáculos.
• Utilizar los elementos de protección personal.
• La ropa de trabajo ajustará bien al cuerpo del trabajador, sin perjuicio de su comodidad y facilidad de movimientos.

Durante el uso de la máquina o herramienta:
• Utilice la máquina o herramienta para lo que está diseñada, solamente si está autorizado y capacitado para realizar la tarea.
• Utilice los elementos de protección personal acorde al riesgo durante toda la operación.
• De ser necesario sujetar la pieza, en lo posible utilice dispositivos de sujeción específicos como mordazas, morsa, mesas con guías de sujeción, etc.
• Ante un desperfecto, apague y desconecte el equipo, dé aviso al supervisor o encargado.

Al terminar de trabajar:
• Verifique el estado de la máquina, equipo o herramienta.
• Ordene el área de trabajo.
• Guarde los elementos de protección personal según las indicaciones de mantenimiento y conservación del fabricante del Servicio de Higiene y Seguridad.
• En el caso de una máquina o herramienta dañada, señalícela hasta su reparación.

Factores de la organización del trabajo
La organización del trabajo puede ser dinámica o rutinaria, generando cambios positivos y negativos en la tarea diaria del trabajador. Por ejemplo, un cambio de tecnología aumentará la atención del trabajador porque su tarea no es la habitual.
Es recomendable durante la jornada, realizar pausas cortas.
El acostumbramiento a una tarea y el trabajo continuo sin pausas disminuye la capacidad de atención del trabajador sobre la herramienta de trabajo y aumenta el riesgo de accidentes. Algunos de los factores de la organización del trabajo son:
• tiempo de trabajo,
• trabajo por turnos,
• ritmo de trabajo,
• autonomía,
• carga mental.


Recomendaciones Prácticas

Empleador
• Concientizar al personal sobre el procedimiento de trabajo seguro para el uso de máquinas, equipos y herramientas.
• Asegurar y controlar que las máquinas, equipos y herramientas no impliquen riesgo para el trabajador.
• Controlar que las máquinas, equipos y herramientas cuenten con un dispositivo de seguridad (sistema de protección) o resguardos en sus trasmisiones, ejes y mecanismos móviles, que impida o dificulte el acceso de las personas o parte de su cuerpo a la zona o punto de contacto.
• Proveer de Elementos de Protección Personal (EPP) asignados de acuerdo al riesgo al que se encuentra expuesto el trabajador.
• Mantener las máquinas, equipos y herramientas limpias, afiladas y engrasadas.
• Controlar que las máquinas, equipos y herramientas cuenten con comandos de parada de emergencia (tipo hongo/barra/cable), que funcionen correctamente, que se encuentren al alcance del trabajador y -en caso de ser o- a distancias regulares de la línea de producción.
Verificar que las protecciones se encuentren correctamente colocadas y no generen un riesgo extra para el trabajador.

• Proveer los materiales y efectuar una correcta ubicación de la cartelería preventiva (en idioma español) de la seguridad de las máquinas, equipos o instalaciones indicando su correcto uso y los riesgos presentes.

• Proveer de iluminación adecuada, evitando contrastes en la zona de peligro.

• Controlar y efectuar el mantenimiento preventivo y correctivo de máquinas y herramientas por personal especializado.

• Las máquinas y herramientas deben ser utilizadas para el fin que han sido diseñadas y ser operadas por el personal específicamente capacitado.

• Asegurar que la instalación de las máquinas, equipos y herramientas se efectúe en un espacio adecuado, de manera que permita el desplazamiento seguro del trabajador.

• Mantener las superficies de tránsito libre de obstáculos.

• Demarcar las zonas de trabajo y áreas de circulación peatonal y vehicular.

Trabajador
• Colaborar en el mantenimiento de máquinas, equipos y herramientas.
• Antes de comenzar a operar máquinas, equipos o herramientas, verificar que cuenten con sus dispositivos de seguridad.
• No introducir las manos, dedos, brazos u otras partes del cuerpo en zonas de atrapamiento de herramientas y/o dispositivos móviles. Mantenerlas todo el tiempo a una distancia prudencial de las mismas.
• Utilizar y conservar los elementos de protección personal, asignados de acuerdo al riesgo al que se encuentra expuesto. Tener presente que el uso de guantes en zonas de contacto puede ocasionar un riesgo adicional de atrapamiento.
• Utilizar ropa de trabajo ajustada, en lo posible, sin bolsillos o partes que puedan quedar enganchadas. Del mismo modo, evitar el uso de anillos, cadenas y pelo largo sin atar, entre otros.
• Las operaciones de limpieza y mantenimiento deben realizarse únicamente por personal autorizado y con los equipos desenergizados o -en caso contrario- se efectuarán fuera de la zona de contacto.
• Revisar el correcto estado de las herramientas a la hora de realizar operaciones de mantenimiento y reparación.
• Notificar la falta o la incorrecta ubicación de la cartelería de seguridad como así también cualquier desperfecto en las máquinas, equipos y herramientas.
• Colaborar con el orden y limpieza de los lugares de trabajo.

Cómo controlar el consumo de lubricantes en una flota

Realizar un seguimiento del consumo de lubricante puede ser una práctica muy interesante para los gestores de flotas de vehículos, sobre todo de obras públicas, transporte o agrícolas. Esta práctica permite reducir los costes de operación e incluso detectar averías incipientes.

Eso sí, para tener un control serio es necesario eliminar algunas frases de nuestro vocabulario como “es más o menos” o “me parece”. Es decir: hay que ser lo más científico posible. Para ello, hay que medir el consumo siguiendo ciertas pautas:

– Controlar la cantidad de aceite del llenado: ya sea en litros o en kilos, hay que tener clara esta cantidad cuando se realiza el cambio del lubricante.

– Medir la cantidad de aceite añadido: los sistemas automáticos de nivelado nos permiten conocer dicha cantidad, pero si no se dispone de uno de ellos hay que realizar nivelados manuales controlando la cantidad de aceite que introducimos.

– Comprobar la cantidad de aceite usado: conviene vaciar el cárter por completo y extraer del filtro todo el lubricante que sea posible para medirlo, también en litros o kilos.

Una vez controladas estas cantidades, se debe sumar la cantidad de aceite inicial y la de los añadidos, para restar al total la cantidad de aceite recogido tras el cambio y, a ser posible, también el que está en el filtro. La cantidad que obtenemos es el consumo de aceite en los kilómetros u horas entre cambios.

Cómo realizar el seguimiento

Además de estas mediciones, es necesario aplicar una serie de medidas para realizar un seguimiento del consumo de aceite de una flota:

– Crear una ficha de control: es conveniente realizar una tabla Excel que permita introducir datos como la matrícula, marca, modelo y conductor, la fecha y los kilómetros efectuados, así como la cantidad de aceite consumido, anotación que ampliaremos al carburante en el caso de que queramos controlar también su consumo. Estos dos últimos datos se refieren a las cantidades que se introducen en el vehículo.

Si se desea realizar un control económico, conviene incluir el precio por kilo de aceite o por litro de gasoil. Normalmente, el control del lubricante se realiza por litros consumidos cada 10.000 km, aunque también se puede realizar por horas. Por su parte, el consumo de combustible se mide cada cien kilómetros, dividiendo el total del carburante consumido entre el total de kilómetros recorridos y multiplicado el resultado por cien.

– Realizar el cambio de lubricante en una superficie plana: si puede ser, esta operación se debe efectuar siempre en el mismo lugar y dejando pasar unos minutos entre el momento en que se detiene el motor y el de vaciado del cárter.

Centralizar al máximo los llenados de carburante y lubricante, además de encargar a una misma persona el seguimiento de los consumos, ayudará a realizar el control de la manera más exacta posible.

¿Qué hacer si se observa alguna anomalía?

Si se comparan los consumos efectuados por cambio, en el caso de los aceites, o mensualmente si se trata de combustibles, se pueden detectar variaciones. Estas suelen indicar una serie de problemas.

En el caso de los aceites de motor, si se observan aumentos en el consumo de lubricantes nos podríamos encontrar ante algún desgaste en el motor, que se puede comprobar mediante un análisis del fluido. En cuanto a los carburantes, un incremento en su gasto puede tener origen en alguna anomalía de los inyectores o la bomba de combustible.

Al analizar el aceite, se puede saber qué piezas del motor están desgastadas a partir de los metales presentes en el fluido, que se corresponderán con unas partes u otras del vehículo. Además de conocer el estado mecánico del motor, el análisis de los lubricantes puede ayudar a descubrir otros indicadores como contaminaciones por agua, combustible o polvo atmosférico y el estado del aceite en función del uso que se realiza del vehículo.

Toda esta información vale dinero, porque ayuda a realizar sustituciones preventivas de piezas, mucho menos costosas que las reparaciones efectuadas cuando esos componentes han causado ya una avería. Esto acorta las paradas del vehículo, al tratarse de reparaciones pequeñas, y permite programar los trabajos para efectuarlos cuando sea más conveniente.

Registrar los parámetros relativos al consumo de aceite y combustible también ayudará a los gestores de flotas a la hora de comparar marcas y modelos de vehículos, con el fin de tomar decisiones de cara a futuras compras.

Elegir lubricantes de calidad contrastada y acordes con las especificaciones que dicta el fabricante del vehículo es la mejor manera de contribuir a la reducción de los consumos. Por ello conviene recurrir siempre a productos adecuados al motor de cada automóvil.

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