El mantenimiento preventivo y correctivo garantiza a todos los modelos y marcas el correcto funcionamiento mientras que disminuye la posibilidad de fallas
04 de noviembre de 2020
Los montacargas son una herramienta imprescindible en los comercios e industrias. Se trata, como ya sabemos, de un vehículo de transporte pesado de elevación que se utiliza para remover, remolcar, movilizar, empujar y apilar verticalmente distintos objetos. Lo hace a través de dos uñas de diferentes largos (dependiendo de su uso) y funciona con dos pesos contrapuestos entre sí en los lados opuestos del punto de giro. Debido a su diversidad puede usarse en cualquier actividad que involucre la manipulación de cargas.
Ahora, quienes manipulan este tipo de vehículos deberán contar con los conocimientos y las técnicas necesarias para usarlos bajos las normas requeridas. Conozca nuestras certificaciones para operadores aquí. Pero ¿qué les espera a nuestras máquinas si por un lado no contamos con personal especializado y tampoco realizamos el mantenimiento adecuado más adecuado para garantizar una vida útil? Considerando que muchas veces operan durante 24 horas continuas (como es el caso de las embotelladoras por ejemplo), se pueden generar desgastes importantes. De aquí la importancia del monitoreo, pues sabemos que un montacargas parado es dinero que se deja de percibir.
Mantenimiento preventivo
Para garantizar esta vida útil hay que realizar el mantenimiento preventivo, es decir, el servicio que realizamos con regularidad a nuestras montacargas a fin de reconocer las piezas que sufren mayor desgastes y anticiparnos a probables fallas en su funcionamiento. El mantenimiento preventivo deberá cumplir una doble función:
- Inspeccionar y monitorear todas las piezas internas a fin de identificarlas y cambiarlas a tiempo para evitar problemas que pueden resultar mayores.
- Garantizar que el montacargas opere al 100% de su capacidad.
El primer mantenimiento preventivo de cualquier tipo de montacargas recién comprado, deberá hacerse una vez cumplidas las 50 horas de trabajo, se realiza el cambio de aceite de fábrica con el cual la máquina comenzará a trabajar. En esta etapa los operarios deberán monitorear su funcionamiento y garantizar que responda al 100%.
A partir de entonces, la recomendación es chequear cada 250 horas, durante las cuales se revisará el sistema eléctrico, hidráulico y de encendido. También se realizará el cambio de aceite y filtro de motor. Y una vez llegada las 500 horas se deberá agregar el cambio del filtro del aire. El mismo sistema se realizará hasta llegar a las 1000 horas de trabajo. Para entonces el mantenimiento será mayor: se cambiarán bujías, filtros de aire, limpieza del sistema de freno, filtro hidráulico, cambio de aceite y filtro de la caja automática.
Todo esto es lo mínimo indispensable para que su montacargas tenga el desempeño necesario.
En este mismo orden de cuidados, tenemos el mantenimiento correctivo que no es más que el corregir las fallas o los impases ocurridos durante las operaciones diarias. Sin embargo, a diferencia del mantenimiento preventivo, estos no tienen una periodicidad establecida.
El mantenimiento correctiva deberá contemplar los siguientes:
- Limpieza e inspección interna de arrancador
- Limpieza e inspección del alternador
- Limpieza e inspección de carburador
- Limpieza de tanque y aceite hidráulico
- Limpieza e inspección de tanques de combustible
La incidencia de los mantenimientos correctivos, pueden bajar considerablemente siempre y cuando los los preventivos se realicen con la constancia que indica el fabricante.